martes, 10 de febrero de 2015

Elementales

Los elementales son aquellos seres encargados del funcionamiento de la Naturaleza. Cada uno se clasifica e identifica en relación a estos cuatro elementos:

  • Fuego: Salamandras o hadas de fuego
  • Aire: Silfos o sílfides
  • Agua: Ninfas y Ondinas
  • Tierra: Duendes, Gnomos y Trolls



FUEGO
Es el elemento tanto de la Creación como de la Destrucción, es decir, que regenera. Pues como el fuego destruye árboles, nueva vida puede crecer en su lugar. Representa el verano y al pleno mediodía. 

Características de los elementales del Fuego
Color: rojo 
Tipo de energía: proyectiva 
Metales: oro y latón 
Estación: verano 
Dirección: sur 
Tiempo: mediodía 


SALAMANDRAS o HADAS DE FUEGO: Controlan el fuego. Las Salamandras son valoradas por los Magos y Hechiceros. Las oriundas de Iberia y Asia, eran en un principio animales acuáticos. Pero hará unos 3.000 años, en el Medio Oriente, los egipcios y luego los judíos, manifestaron el arquetipo de la Salamandra en su versión astral como el elemental del sur, y su figura sería la representación del elemento Fuego. Esta elección se debió a la habilidad de estos seres, para sobrevivir en lugares desérticos y abrasados por el sol, y con su capacidad de semejar a una pequeña llama. De esta manera ingresó por derecho propio en las ceremonias religiosas y místicas de la antigüedad. Son también son conocidas por Llama del Mago y Guardianes del Sur. Estos seres forman su reinado instantáneamente cuando se enciende una fogata o un fuego comienza. Son los seres más indiferentes hacia el humano. No buscan su amistad, saben que en realidad los humanos de por vida han buscado la amistad del fuego y no siempre han sido recompensados por ello.
Sólo muy pocas personas tienen una afinidad y amistad sincera con los elementales del fuego, y cuesta mucho acceder a ellos, pero cuando se logra es una amistad tan fuerte y alegre como lo es el fuego. 
Después de terminar su período terrestre, se transforman en: 
*Farrallis: son los que trabajan como maestros. 
*Aspiretes: son los que ejecutan. 
*Ra-Arus: ss la máxima categoría. 
*Hiarrus: elaboran los planes a ejecutar. 


AIRE
Es el elemento de la inteligencia y de la mente. Representa la primavera y el alba. 

Características de los elementales del Aire
Color: amarillo 
Tipo de energía: proyectiva 
Metales: estaño, cobre 
Estación: primavera 
Dirección: este 
Tiempo: alba


SILFOS: Son los que controlan los vientos. En cuanto a tamaño son los más grandes. A veces aparecen como mariposas. Físicamente, un sílfide tiene la apariencia de un elfo o un humano de rasgos delicados. Tiene alas de libélula y son transparentes o con manchas iridiscentes. Sus cabellos son largos y del color típico de un humano, aunque también pueden ser azules, verdes o violetas. Son seres neutrales, de carácter amigable. Mantienen el aspecto juvenil durante toda su vida. Hablan en un lenguaje musical, propio de los seres mágicos con los que están emparentadas. Habitan en las alturas, ya sea en las montañas o en las copas de altos árboles. Rara vez se los ve en tierra firme. Construyen sus nidos individuales en las laderas de las montañas o tallados en los árboles. Tienen la capacidad de levitar innatamente. Pueden volar y moverse libremente, las alas sólo le sirven para coger impulso. Sin embargo, esta capacidad de levitar es de carácter mágico. Si se lanza contra ellos un conjuro antimagia dejan de volar. Los sílfides tienen otras muchas habilidades mágicas, como la de hacerse visible o invisible a voluntad, y la de invocar elementales del aire. Pueden tener descendencia con humanos o elfos. Una vez que el silfo deposita un único huevo perlino, invoca a un elemental del aire para que proteja y dé calor al huevo hasta el momento de su eclosión. Las pequeñas sílfides tienen el aspecto de una niña humana, pero con dos pequeñas alas. Estos pequeños sílfides pueden alcanzar el ágil vuelo a partir de los 10 años. En su especie, encontramos a los Wallotes que son el género masculino y a las Arienes que son el género femenino. 


AGUA
Es el elemento de la curación, de lo psíquico, de los sueños, y del amor. El agua purifica y limpia. Representa el otoño y el crepúsculo. 

Características de los elementales del Agua
Color: azul. 
Energía: receptiva 
Metales: mercurio, plata y cobre 
Estación: otoño 
Dirección: oeste 
Tiempo: crepúsculo


NINFAS: La esencia natural de ninfa crea un cuerpo y lo habita. Este cuerpo es siempre el de una mujer de atractivo y encanto. Las ninfas tienen su propio lenguaje musical. Una ninfa tiene la apariencia de una mujer siempre joven y de gran belleza. Es muy inteligente y de mente rápida e ingeniosa. Cualquier animal que esté cerca de una ninfa se acercará para ser acariciado por ella sin importarle tener cerca incluso a su peor enemigo. Las ninfas sólo habitan en lugares como palacios de hielo, grutas oceánicas, lagos y arroyos cristalinos, y los más maravillosos bosques. Estos encantadores seres no son agresivos, al contrario, intentarán huir siempre que noten el peligro cerca. Tienen la capacidad de escapar creando una puerta dimensional. A pesar de que no son seres violentos, son pocos los que se atreven a enfrentarse a una ninfa, ya que el simple hecho de contemplarla produce en la mayoría de los casos una ceguera irreversible. Si alguien contempla a una ninfa desnuda puede morir en el acto. Las ninfas odian la fealdad y el mal. Su condición de seres mágicos procedentes de la naturaleza las convierte en defensoras de bosques, lagos, ríos y océanos. Curan animales heridos, reparan flores y árboles rotos. Una ninfa puede vivir durante varias generaciones, por lo que suelen conocer bien su entorno y donde se encuentran la mayoría de lugares secretos y entradas ocultas. 

Existe una variedad de ninfas de agua conocidas como Ondinas.


ONDINAS: Suelen estar en las profundidades. Dirigen grupos que guían el agua por su cauce natural. Su formación transcurre en las mismas condiciones que las de cualquier ninfa, pero normalmente son fuerzas elementales del agua las que dan vida al cuerpo femenino. Las ondinas tienen el cuerpo azulado o verde, los dedos de las manos y pies palmeados, las orejas puntiagudas y los cabellos muy largos y azules, amarillos o verdes. Pueden respirar tanto agua como aire. Son criaturas muy alegres y traviesas, y se dice de su risa que es capaz de hechizar a los viajeros que se encuentran con una ondina, hasta el punto de perder la voluntad. No son criaturas malvadas, su carácter es neutral, sin embargo siempre se ha pensado que son perversas debido a las miles de historias se que cuentan, de como algunos pescadores han encontrado la muerte al tener cerca a una ondina. Se divierten jugando con los humanos que andan cerca, y muchas veces mueven las aguas provocando unas enormes corrientes, y así continúan hasta que ahogan al pescador o viajero, acontecimiento que les resulta muy divertido. Lo cierto es que no siempre son conscientes del mal que hacen. Algunas ondinas incluso se han llegado a enamorar de humanos, convirtiéndose a partir de ese momento en sus mayores protectoras.


TIERRA
Es el mas denso de todos los elementos. Representa el invierno y la noche. 

Características de los elementales de la Tierra
Color: verde 
Energía: receptiva 
Metales: hierro. 
Estación: invierno 
Dirección: norte 
Tiempo: noche 


DUENDES: Según la mitología, los duendes son grandes seres mágicos. Se dividieron en dos grupos: los Ljsalfar o duendes de luz, y Dopkalfar o duendes de la oscuridad, los cuales vivían en los bosques oscuros y bajo las olas del mar. Su estatura puede variar desde los treinta centímetros, hasta el metro y medio de altura, y es aquí, donde representa una diferencia con las hadas. Normalmente, se ha comentado de ellos que suelen ayudar al hombre en las tareas tanto domésticas como las realizadas en el campo, a cambio de un poco de comida. Estos elementales se caracterizan por su mal humor en determinadas ocasiones y por la facilidad que tienen para adoptar una cierta postura despectiva y hostiles cuando se sienten ofendidos por algo. Además, tienen aspecto humano y como factor característico son revoltosos y graciosos, tomando como una de sus mayores aficiones el molestar y reírse de las personas que se encuentran plácidamente durmiendo por la noche, momento en el que se dejan ver. Pero aunque les guste la vida divertida estos pequeñitos seres pueden llegar a ser buenos ayudantes para la realización de cualquier tarea. Al igual que las hadas, pueden pertenecer a cada elemento de la Tierra: agua, aire, tierra y fuego, desempeñando distintas funciones según a la jerarquía que pertenezcan. Son seres muy sabios e inteligentes. Aparentemente, con sus actos y hechos sencillos, son inofensivos, pero una cosa es oír relatar las travesuras y jugarretas de los duendes y reírse a carcajadas con el relato, y otra es ser victima o blanco de su puntería. Por lo general no se dan a ver de la gente. Hacen sus tareas como seres invisibles, y la persona o personas perjudicadas solamente escuchan los ruidos o palpan los daños. Algunos han oído las risitas de los duendecillos después que acaban de hacer estos la travesura. Estos seres burlones ejecutan actos sencillos, pero hostigadores. La mayoría de las veces les da por dejar caer lluvias de piedras, terrones, trozos de ladrillo, etc., durante varios días consecutivos sobre los patios y corredores de las casas. Sus habitantes, al sentirse así acosados, se desasosiegan y aterrorizan, y al cabo de cierto tiempo optan por abandonarlas. Pero algunas veces los duendes los siguen. 



GNOMOS: Los gnomos son unos seres diminutos, miden entre diez y cincuenta centímetros, puede que haya otros un poco más grandes, pero quizás vivan en zonas mas boscosas o desconocidas. No habitan en la superficie de la tierra, sino en el subsuelo. Estos pequeños seres han inspirado miles y miles de relatos, tanto en los cuentos infantiles como en los más elaborados destinados a los adultos. Se les atribuye poderes mágicos, esto es debido a que no están atados a la forma racional de entender el mundo como los seres humanos. Conservan tradiciones de millones de años y su objetivo es el ascenso espiritual, pero no como lo entendemos nosotros, sino por una evolución de la conciencia como seres de luz acompañando a la Tierra. Les cuesta mucho el desarrollo, pero no dejan su camino, además su destino es morir cuando la Tierra muera. Por eso están en armonía con la Tierra y sus tesoros, tienen acceso a cualquier lugar del Planeta, pueden divertirse con la materia tanto como con sus usos. Son divertidos y tímidos, pero cuando hacen amistad con un humano lo llenarán de regalos constantemente, le traerán joyas, dinero, piedras, metales como oro, plata, hierro, etc. Es común que las personas que trabajan con los gnomos tengan mucha suerte en la calle encontrándose casi siempre algún objeto. Los gnomos actúan de esa manera. Ellos saben donde están los objetos que a las personas les interesa y sutilmente los dejan en su camino para que esa persona se los encuentre. Hasta es posible que sustraigan algún objeto con tal de obsequiársela a la persona que sintoniza con ellos. No tienen noción del bien y el mal como lo entendemos nosotros, pues eso sería un robo, pero para ellos es cuestión sólo de tomar lo que desean en el momento que quieran. Muchas personas que se dedican a la magia atraen a estos elementales de la Tierra con rituales y regalos que a ellos les encantan, haciendo que hagan lo que el mago quiera, pues al no tener noción del bien y el mal en nuestro entorno, lo cumplen de todas formas. Hasta pueden divertirse en una casa revolucionando todo y manifestar el fenómeno del poltergeist, que son movimientos de objetos sin que medie ninguna fuerza conocida que lo provoque. Justamente, poltergeist significa “duende burlón”. 



TROLLS: Físicamente es un ser bastante desagradable. Su piel es un pellejo irregular de color azul, gris o verde. Sus ojos son oscuros y hundidos. Mide entre dos y tres metros, y tiene una apariencia frágil que para nada se corresponde con la realidad, ya que estos seres pueden desarrollar una enorme fuerza. Pueden caminar erguidos pero ligeramente inclinados, y a pesar de su postura son seres muy ágiles y unos excelentes escaladores. Además de su destreza y enorme fuerza, los trolls tienen otras ventajas sobre otros seres, como la infravisión y su desarrollado sentido del olfato. Su punto débil es la luz. Si se exponen durante unos minutos a luz solar se transforman en piedra por lo que no suelen ser una amenaza en pleno día, aunque sí por la noche. Las hembras son más fuertes, de mayor tamaño y más listas, cosa que no es muy difícil puesto que un troll tiene una inteligencia bastante escasa. Los trolls atacan siempre con sus garras o con la boca sin importarle el tamaño y fuerza de su adversario. Un troll nunca tiene miedo. Este hecho es comprensible si se tiene en cuenta la asombrosa capacidad de regeneración que poseen. Tienen una piel con propiedades plásticas, lo que les permite regenerarse rápidamente, incluso cuando caen moribundos. Si algún miembro de su cuerpo es amputado sigue la lucha por su lado y al final de la batalla se une de nuevo al tronco para regenerarse. Solamente el ácido y el fuego pueden provocar heridas permanentes. Habitan en cuevas cuya entrada rodean de peñascos para dificultar el paso a intrusos. Si no encuentran una cueva se instalan en agujeros subterráneos tapados con hojas y ramas de manera tal que quedan imperceptibles. Estos seres viven en grupos de tres a diez trolls con un líder que suele ser una hembra troll. Este liderazgo se determina mediante numerosas luchas. El troll que no gana el combate suele ser amputado de alguna parte de su cuerpo a modo de castigo. 

A. M.



lunes, 2 de febrero de 2015

Resistiendo al agronegocio: la construcción de autonomía en el caso del pueblo de Malvinas Argentinas contra la planta de Monsanto.

Trabajo final presentado en el seminario de investigación "Acciones Colectivas, protestas y Movimientos Sociales en el interior del país. El contexto de América Latina", a cargo de GER-GEMSAL, FSOC, UBA. Diciembre 2014.




ANTECEDENTES DE INVESTIGACIÓN
El objetivo de este trabajo es analizar las acciones de resistencia al agronegocio llevadas a cabo por el pueblo de Malvinas Argentinas de la provincia de Córdoba, Argentina, desde el año 2012 en adelante. Se busca conocer las características de las prácticas sociales que se oponen a la construcción y desarrollo de la planta de la empresa Monsanto destinada a la experimentación y procesamiento de maíz genéticamente modificado. El supuesto que guía el estudio es que en el proceso de resistir, los actores de Malvinas Argentinas construyen espacios de autonomía -siempre individual y social a la vez-, en donde se interpelan a sí mismos, a la sociedad y a su entorno, y en los cuales surge el germen de un actuar reflexivo con potencialidad de transformar la formación social instituida y las significaciones imaginarias en el que ésta se fundamenta.
Se entiende que las acciones de resistencia analizadas, se sitúan en un contexto signado por la acumulación por desposesión. Se trata de un proceso que atraviesa las relaciones sociales, económicas, culturales y políticas, iniciado en los albores del capitalismo y desarrollado en el transcurso de diferentes etapas (Teubal y Palmisano, 2012). Analíticamente, pueden distinguirse tres momentos históricos: la conquista de América y era colonial donde se configura la economía mundo y se llevan adelante las primeras actividades extractivas alrededor del saqueo del oro y la plata, y posteriormente, de la producción de azúcar. La era liberal y la conformación de las economías primario-exportadoras hacia fines del siglo XIX y comienzos del XX, donde los metales son desplazados por la adquisición y valoración de la tierra. Y, la etapa actual, con predominio del neoliberalismo y la configuración de un nuevo extractivismo. En esta última se centra el trabajo.
En el presente, la acumulación originaria -teorizada por Marx en el Capítulo XXIV de El Capital- se complejiza adoptando un renovado y amplificado proceso de mercantilización (Seoane, 2013). Al respecto, David Harvey (2004) ha analizado que a los rasgos que en la actualidad forman parte de la geografía del capitalismo, y que tienen reminiscencias con lo ocurrido en la acumulación originaria, se le suman otros nuevos que configuran lo que el autor ha denominado como acumulación por desposesión. Ésta se organiza principalmente alrededor del énfasis en los derechos de propiedad intelectual, la biopiratería y pillaje del stock mundial de recursos genéticos en beneficio de unas pocas grandes empresas multinacionales, la depredación de los bienes ambientales globales (tierra, aire, agua), y la corporativización y privatización de los servicios públicos. Todo esto “constituye una nueva ola de cercamiento de los bienes comunes” (p.115).
En este modelo, la tierra, el agua, los minerales, y la biomasa resultan cada vez más estratégicos para la reproducción del sistema económico hegemónico, el cual es regulado a través del neoliberalismo globalizado. Justamente, el modelo extractivista reemerge durante las transformaciones ejecutadas por gobiernos que implementan la doctrina neoliberal. En una instancia inicial, durante la década de 1970, donde se produce una internacionalización de las transacciones comerciales y financieras bajo la gestión de gobiernos militares. Y en una segunda etapa, a partir de la década de 1990 en adelante, los Estados han adoptado medidas tendientes a la liberalización y flexibilización de las instituciones, desregulando y desarticulando el andamiaje institucional[1].
Su objetivo principal era impulsar con mayor ahínco la mercantilización de la tierra en detrimento de sus otros múltiples sentidos. Con ello se trató de desregular y desarticular el andamiaje institucional que en muchos países había sido establecido para defender y promover, aunque fuera tibiamente, las economías campesinas o de pequeños y medianos productores agropecuarios (Teubal y Palmisano, 2012: 9).

En líneas generales, las actividades extractivas -minería, hidrocarburos, forestal, agronegocio- se caracterizan por la privatización, la mercantilización, el patentamiento de la biodiversidad y los genes[2], y la apropiación intensiva de bienes comunes. Son actividades que comprometen cada vez más la capacidad de resilencia de los ecosistemas, generan el arrinconamiento de las poblaciones, y se sustentan por medio de la violencia estatal-legal y paraestatal en los territorios disputados (Wahren, 2011).

MARCO TEÓRICO
Debido a las características del objeto de estudio, se requiere profundizar en aquella actividad extractiva que organiza el sistema hegemónico de producción, distribución y consumo de alimentos: el agronegocio. Durante los últimos años, éste ha ido estableciendo una racionalidad diferente de producir alimentos al desplazar prácticas de la agricultura tradicional. Al mismo tiempo, fue transformando los hábitos alimentarios de un país:
la lectina de soja desplazó a las grasas animales de la gran mayoría de los alimentos a base de harina (galletitas, panificados, golosinas, etc.) generando que en la actualidad la población argentina consuma a diario alimentos modificados genéticamente sin que exista ninguna identificación en ellos (Giarracca y Palmisano, 2013: 165).

Una de las dimensiones que más se destacan es la conformación de los ‘pools de siembra’  o complejos agroindustriales, y la incorporación creciente en el sector agrario de la tecnología de punta y la provisión de insumos: semillas, fertilizantes, agroquímicos, herbicidas y maquinarias. Como describen Giarracca y Teubal (2008),
Las grandes empresas semilleras, combinadas con las que venden los agrotóxicos –introducidos de forma creciente en el sector-, adquieren una preeminencia inusitada en el sistema agroindustrial de nuestro país, en gran medida potenciada como consecuencia, primero, de las denominadas revoluciones tecnológicas de los híbridos (revolución verde) y, más recientemente, de los transgénicos (la revolución biotecnológica). (p. 154).

Las transnacionales que lideran el sector proveen dichos elementos buscando maximizar al corto plazo las ganancias, y como fuentes para la innovación y el desarrollo económico del país. Sin embargo, este proceso conlleva al endeudamiento y la dependencia cada vez mayor de los productores al paquete tecnológico: “Los productores que logran sobrevivir y mantenerse en el sector se ven sujetos más que nunca a la agricultura de contrato que el agronegocio le impone, o bien, a la provisión de semilla y al paquete tecnológico que la semillera exige” (p.155).
A la par, el agronegocio ha convertido los alimentos en commodities[3] y a la tierra en una mercancía más. Éstos cotizan en el mercado bursátil especulativo orientando la producción hacia el mercado externo en detrimento de las necesidades del mercado interno, convirtiendo la actividad en un negocio financiero. Bajo este modelo, se privilegia el desarrollo de las ‘economías a escala’ orientadas a la exportación granaria, en lugar de las necesidades de productores familiares y del consumo interno del país. Los productores agropecuarios, en particular los chacareros y campesinos, son desplazados u obligados a reconvertir su actividad por los grandes productores o terratenientes y por ‘pools de siembra’ favorecidos a partir del proceso de sojización[4]. Por lo tanto, es una lógica productiva que acrecienta la concentración de la tierra. Es un hecho conocido como el landgrabbing, es decir, la actividad agropecuaria tiende cada vez más al acaparamiento de tierras bajo la propiedad de unos pocos productores e inversionistas.
Otra consecuencia destacable del agronegocio, es el implante del monocultivo en la región pampeana y también en lugares del país que en el pasado se dedicaban a otro tipo de producciones más acordes a la geografía y necesidades de cada región. Se va produciendo, entonces, un corrimiento de la frontera agraria y un aumento de la deforestación con el fin de disponer la tierra para el cultivo, mayormente, de la soja[5]. A esta realidad, se suma el uso intensivo que hace del agua y el suelo, porque es una lógica productiva que no respeta la rotación de cultivos del método tradicional[6]. Ello, más el excesivo uso de agroquímicos/agrotóxicos como el glifosato, provoca la erosión de los suelos e inutilización para futuras siembras debido al socavamiento de su fertilidad.
Vinculada directamente con el modelo productivo, se suplanta la ganadería extensiva por el método de feedlot[7]. Éste produce alimentos de menor calidad, mayor sufrimiento animal, y potencia la gestación de enfermedades y serios impactos ambientales como la degradación y contaminación de las napas acuíferas: “cuando las lagunas de mierda que forman los corrales drenan hacia abajo, llenan las napas (que antes eran consideradas inagotables y puros reservorios) con partículas tóxicas, químicos, remedios, virus y bacterias.” (Barruti, 2013: 190).
Giarracca y Teubal (2008) caracterizan al modelo como una ‘agricultura sin agricultores’, por su carácter excluyente respecto a la agricultura familiar y campesina. “Específicamente, el agronegocio es la expresión en el mundo rural del modelo civilizatorio neoliberal. Esto implica una profunda transformación de las estructuras productivas y de los actores que actúan en y sobre ellas” (Giarracca y Palmisano, 2013: 162). Sumado a las características ya mencionadas, en los lugares donde se instala la actividad extractiva, se generan tensiones entre las poblaciones locales y los intereses de las multinacionales del agronegocio. Su tendencia hacia la monopolización corporativa de los eslabones locales y globales de producción, distribución, cambio y consumo que componen la cadena agroalimentaria, y esta propensión creciente hacia la sojización del agro y el monocultivo, va desplazando otras territorialidades y saberes. El agronegocio, por ende, pone en peligro la soberanía alimentaria de los pueblos. A su vez, su desarrollo atenta contra la biodiversidad, y está involucrado con serias consecuencias para la salud humana, animal y la reproducción del ecosistema en su conjunto (Barri, 2013).
Interpelados por este contexto, emergen organizaciones y movimientos sociales que disputan los territorios y organizan su acción en contra de los intereses, sentidos y lógicas de las actividades extractivas (GER-GEMSAL, 2013). Siguiendo la conceptualización de Wahren (2011), son acciones que resignifican a los actores como movimientos sociales territorializadados, en el sentido que
la territorialidad radica en la reapropiación social, cultural, económica y política de un espacio geográfico determinado. Es en ese espacio habitado y practicado socialmente donde estos movimientos sociales construyen proyectos disruptivos con, por lo menos, alguna de las dimensiones del orden social económico, cultural, político, educativo, sanitario, etc.” (p. 14).

Llevan a cabo prácticas colectivas reflexivas que cuestionan y visibilizan las problemáticas de una localidad. Como se detallará posteriormente, las acciones llevadas a cabo por el pueblo de Malvinas Argentinas, persiguen el objetivo de frenar la construcción de la planta de Monsanto para prohibir la fase de operación. Pero también, operan como espacios denunciantes y visibilizadores del modelo excluyente, saqueador y asesino.
La acción de estos movimientos emergentes, entendidos también como nuevos movimientos sociales, es analizada en términos de Melucci (1994). Se entiende que los actores involucrados organizan su comportamiento, producen significados y establecen relaciones entre sí mismos y el ambiente. Por lo tanto, la acción comprendida como acción colectiva es un “resultado de intenciones, recursos y límites, una orientación intencional construida mediante relaciones sociales desarrolladas en un sistema de oportunidades y obligaciones” (p. 137). Durante el proceso mismo de resistencia, se va construyendo una identidad colectiva a partir de la interconexión constante entre:
“1. formulación de las estructuras cognoscitivas relativas a los fines, medios y ámbito de la acción; 2. activación de las relaciones entre los actores, quienes interactúan, se comunican, negocian y adoptan decisiones; 3. realización de inversiones emocionales que permiten a los individuos reconocerse.” (Melucci, 194: 173)

Compuesto por interacciones, por reconocimiento emocional, y por construcciones cognoscitivas comunes entre los actores, el proceso identitario permite la resignificación del territorio. De este modo, el territorio opera como ‘campos de experimentación social’, es decir, como espacios de subjetivación territorializada: los movimientos logran desplegar procesos de reterritorialización de carácter disruptivo con la territorialidad extractiva hegemónica, resignificando las formas de habitar y practicar los territorios como dimensiones creativas, autogobernadas, autogestionadas y de autonomía, constituyéndose, así, como territorios insurgentes (Wahren, 2011). Se reconfigura como un espacio de construcción colectivamente hacia una nueva organización social, donde los actores “se instituyen, instituyendo su espacio, apropiándoselo material y simbólicamente” (Zibechi, 2003: 187). Se trata de construcciones colectivas contrahegemónias al modelo que impone el neoliberalismo globalizado.
Siguiendo a Revilla Blanco (2010), este tipo de movimientos contemporáneos va produciendo una concepción alternativa de ciudadanía ya que cuestionan y vuelven a dar significado a las relaciones económicas, políticas, sociales, y culturales históricamente constituidas. Son, por ello, una ‘escuela de ciudadanía’:
“(…) los movimientos sociales son uno de los medios existentes para hacer visibles las reivindicaciones, propuestas, demandas y problemas sociales. Pero son también mucho más  que un medio: son el espacio en el que se crean, recrean y transmutan las identidades colectivas.” (p. 55).

Puntualmente, este trabajo comprende este tipo de procesos sociales a través del concepto de autonomía de Cornelius Cartoriadis (2008). En esta línea, es posible pensar a los movimientos sociales como espacios posibilitadores para la construcción de autonomía. Mientras el régimen del neoliberalismo globalizado constituye la heteronomía de la sociedad instituida contemporánea. Esto es, porque niega y oculta su dimensión instituyente fijando roles sociales predefinidos por la sociedad (individual y colectiva a la vez). Su poder se instituye en las psiques e imaginarios sociales creando individuos sujetos a su formación social.
Sosteniendo su modelo histórico-social a través de las propiedades que ha creado del ‘ser-así del mundo’, el neoliberalismo se da “apariencia de la ‘espontaneidad’ más completa y en realidad estamos ante la heteronomía más total posible” (Castoriadis, 2008: 4). Para el caso, ha instituido al agronegocio como único saber válido en la producción agropecuaria. Al respecto, el análisis de Hernández (2009) sirve de modo ilustrativo:
“El marco teórico agribusiness originalmente producido en la arena académica fue apropiado por actores sociales en condiciones históricas, políticas y sociales precisas, generando sus propias prácticas materiales y representaciones. (…) decimos que el paradigma de los agronegocios es una suerte de caballo de Troya, a través del cual se hace referencia a un modelo de organización societal que supone mucho más que una opción de negocios. Es posible pensarlo como el marco ideológico que construye sentido y legitima (social y políticamente) el nuevo modo de relacionamiento agroproductivo argentino, cuyo horizonte se ha globalizado definitivamente” (p. 43).

La sociedad que ha creado, anula otras significaciones coexistentes sobre cómo habitar y producir. Son, para el marco del agronegocio, como ‘transgresiones’ o ‘patologías’ de la heteronomía instituida.
Pese al poder que ejerce la sociedad instituida -la sociedad que es-, puede ocurrir, también, el momento de la puesta en duda de las significaciones sociales instituidas y de la ruptura con la heteronomía. Los sujetos pueden “encontrar o crear medios sociales de una expresión pública original y contribuir a la autoalteración del mundo social” (Castoriadis, 2008: 2). Si ello sucede, los sujetos recuperan la capacidad instituyente del individuo, es decir, la capacidad de cambiar de modo reflexivo la sociedad. Se comienza a recuperar, así, la autonomía perdida en la forma de la heteronomía.
Es cuando se crea el germen de un proyecto de autonomía colectiva e individual que permite a los individuos darse a sí mismos sus leyes. Se crea política, dándose lugar para la actividad colectiva explícita de una manera reflexiva y deliberativa. Supone, por lo tanto, un actuar autorreflexivo. Como define Castoriadis:
“La autonomía es pues el proyecto (…) que tiende, en un sentido amplio, a la puesta al día del poder instituyente y su explicación reflexiva (que no puede nunca ser más que parcial); y en un sentido más estricto, la reabsorción de lo político, como poder explícito, en la política, actividad lúcida y deliberante que tiene como objeto la institución explícita de la sociedad (así como de todo poder explícito) y su función como nomos, diké y télos –legislación, jurisdicción, gobierno- hacia fines comunes y obras públicas que la sociedad se haya  propuesto deliberadamente” (2008: 16 y 17).

El fin de la heteronomía, es decir, el poder de la autonomía, supone una acción reflexiva en un movimiento sin fin de manera a la vez individual y social. Reconoce, siempre, que toda formación social es un producto de lo social e histórico y que tiene, por ello, potencialidad de ser transformada. La existencia de la autonomía se relaciona con la elaboración de instituciones que maximicen la participación de los individuos reflexivos en la construcción de una política colectiva. Nace a partir del cuestionamiento hacia la heteronomía instituida y las propiedades dotadas de sentido por la institución y las significaciones imaginarias de una sociedad dada. La autonomía es potencialidad para modificar el imaginario radical[8] a través de la sociedad instituyente. Busca crear nuevos poderes y normas que instituyan un orden más cercano a los intereses colectivos y, así, germinar individuos más autónomos.
Tal como señala Svampa para caracterizar a los movimientos sociales latinoamericanos de los últimos años, “el territorio aparece como un espacio de resistencia y también, progresivamente, de resignificación y creación de nuevas relaciones sociales” (2012: 77). A su vez, la acción colectiva de estos movimientos, adopta la acción directa como herramienta de lucha, desarrolla formas de democracia directa para la toma de decisiones y prácticas asamblearias, y plantea la demanda de autonomía como eje organizativo y estratégico.

PRESENTACIÓN DEL CASO
La empresa Monsanto autodefine su esencia como proveedora de la agricultura sustentable. “Producir más. Conservar más. Mejorar la calidad de vida.”, son sus tres tópicos principales. Al mismo tiempo, enfatiza la necesidad de trabajar junto a los agricultores con el fin de satisfacer las necesidades actuales y futuras del planeta[9]. Una breve historización sobre Monsanto puede servir para problematizar su aparente naturaleza benefactora y sustentable, y comprender las consecuencias que implica el uso de sus productos y su presencia en el territorio de Malvinas Argentinas.
A partir del artículo digital escrito por Soriano y Zunino (2007), se rastrea que la actual transnacional Monsanto tuvo origen en el año 1901 en la ciudad de San Louis, Missouri, de los E.E.U.U. Nació como una empresa farmacéutica y alimentaria, su principal producto era el endulzante artificial sacarina. Hacia las décadas de 1920 y 1930, se convirtió en una de las principales empresas fabricantes de ácido sulfúrico y bifenilo policlorado (PCB), enfocando su actividad en la fabricación de plásticos y fibras sintéticas. No obstante, su viraje más importante ocurrió a finales de los años ’40, cuando comenzó a fabricar herbicidas. Éstos contenían dioxina, dicen las autoras: “(…) una sustancia altamente contaminante y que había enfermado a muchos trabajadores y personas que estuvieron en contacto con ella”. Y agregan: “Fue así que hacia los años ‘50 los especialistas en guerra química de los Estados Unidos se interesaron en esta sustancia como una posible arma química y Monsanto hizo acuerdos con ellos”. Durante 1960 y comienzos de 1970, Monsanto colaboró en la fabricación del Agente Naranja, uno de los tantos herbicidas utilizados en la Guerra de Vietnam:
“En esa época se rociaron 80 millones de litros de herbicidas (químicos) sobre Vietnam, en una superficie aproximada de 1.5 millones de hectáreas para despejar los bosques y facilitar los bombardeos a la población. (…) Estos químicos destruyeron bosques, campos de arroz, cosechas enteras, envenenaron las aguas y provocaron graves daños al medio ambiente, además de envenenar a la población y provocar enfermedades como cáncer y defectos de nacimiento. (…) No sólo la población de Vietnam resultó afectada por estos químicos, también los soldados Estadounidenses que estuvieron expuestos al Agente Naranja tuvieron problemas, algunos presentaron después de algunos años, cáncer en la piel y algunos tipos de tumores cancerígenos”.

Adoptando la actividad que la caracteriza hoy día, para el año 1981 Monsanto comenzó a innovar en la industria biotecnológica y la fabricación de organismos genéticamente modificados. Actualmente, controla el 90 % del mercado mundial de semillas transgénicas mediante el patentamiento y la adquisición de licencias. En el caso de Argentina, está presente en el país desde 1956 cuando aún operaba como productora de plásticos, y luego en la década de 1970 como acondicionadora de herbicidas. Ya en el marco de la denominada revolución biotecnológica y el neoliberalismo globalizado, en el año 1996 se libera en el país la semilla de soja sin patentamiento alguno. Esto generalizó y expandió su uso entre los productores. Pero, el glifosato[10] sí fue patentado por Monsanto. Como explica Perelmuter, esto contrajo que, vencida la patente del glifosato en el año 2002, “la empresa comenzó a ejercer intimidaciones a los productores por el supuesto uso ilegal de las semillas, amenazando con salirse del mercado argentino y cobrando regalías en los puertos de destino de exportación de la soja de aquellos países donde sí tienen la patente” (2013: 111). En el año 2010, juicio internacional de por medio entre el Estado argentino, la Unión Europea y la transnacional, ésta anuncia su ida del país. Sin embargo, ocurre que en 2012 el gobierno nacional aprueba la nueva soja Intacta RR2 Pro y se informa sobre el proyecto para modificar la Ley de Semillas de la República Argentina[11]. A su vez, en junio del mismo año, es anunciada la instalación de la segunda planta Monsanto más grande del mundo dedicada a la experimentación y procesamiento de maíz transgénico, en la localidad de Malvinas Argentinas de la provincia de Córdoba[12].
Algunas cifras presentadas en la web de Monsanto sobre la planta destinada al tratamiento y acondicionamiento de semillas de maíz para la siembra son: se construirá en un predio de 28 ha a 9.5 km al Sudeste de la Ciudad de Córdoba, tendrá una capacidad máxima para la producción de 3.5 millones de bolsas de semillas para la siembra, contempla la generación de 400 nuevos puestos de trabajo, y la utilización del 70 % de materiales de origen nacional. En el video promocional se explicita el lema de Monsanto: “mejorando la agricultura, mejoramos la vida de la gente”.

Imagen 1: Localización de la planta de Monsanto en las cercanías de Malvinas Argentinas, provincia de Córdoba, Argentina.

Fuente: Imagen satelital confeccionada por REDUAS. 2012.

Un estudio realizado por la Red Universitaria de Ambiente y Salud y Médicos de Pueblos Fumigados[13], describe las implicancias que tendría la instalación de la planta en el lugar. Debido a los procesos industriales que convierten a las semillas de maíz en resistentes a hongos e insectos, en la planta se procesarían enormes cantidades de agroquímicos con la finalidad de preparar la semilla transgénica para la siembra. Éstas tendrán la capacidad de contaminar la tierra y el agua durante años. Y el mismo tratamiento para impregnar de venenos a las semillas, no sólo consume cantidades siderales de agua, sino que genera líquidos residuales. A su vez, los 200 silos de 137 toneladas destinados al almacenamiento, serán fuente de polución aérea. La zona donde se instala la planta tiene fuertes vientos procedentes del este-noreste. Esto significa que trasladarían la nube tóxica procedente del venteo de los silos. En suma, la planta es una fuente más de contaminación ambiental y nocividad para la salud y la vida de las personas.
Respecto las promesas de trabajo y progreso reivindicadas por el gobierno municipal, provincial y nacional, y los representantes de la compañía, tampoco resultan cien por cien fiables. Como veíamos en el apartado anterior, el agronegocio es una lógica productiva que tiende al desplazamiento y la desaparición de los pequeños agricultores y campesinos. La generación de puestos de trabajo resulta un mito del desarrollo capitalista (Castoriadis, 1980) donde las actividades existentes terminan siendo desmanteladas por las grandes corporaciones, como Monsanto. Además, otra cuestión vinculada, es que los empleos se otorgarían solamente en la fase de construcción, luego, con la planta operando, la misma empresa contrataría personal altamente calificado y especializado en el sector. En general, estos puestos de trabajo son ocupados por personal contratado desde exterior del país.
Ahora bien, la realidad muestra que el pueblo de Malvinas Argentinas ha ido deslegitimando el proyecto de la planta Monsanto. Un antecedente emblemático para ello, fue el caso del Barrio de Ituzaingó Anexo, también de la provincia cordobesa, protagonizado por las llamadas “Madres de Ituzaingó Anexo” y los colectivos “Paren de Fumigar”. Se trata de un barrio de 6.000 habitantes que durante la década de 1990 en adelante ha ido siendo circundado por campos de soja.
Con el correr de los años, un grupo de madres empezó a detectar que sus hijos y vecinos padecían problemas de salud similares, como cáncer, leucemia, abortos espontáneos, malformaciones, diabetes, lupus, desórdenes tiroideos, afecciones respiratorias, etc. Una de las madres, Sofía Gatica, comenzó a realizar un relevamiento manzana por manzana de las personas enfermas y el tipo de enfermedad que padecían. “Cuando lo tuve listo lo llevé al Ministerio de Salud y les dije: ‘Esto lo hice yo y algo está pasando. Por favor investiguen esos campos y el agua’. Y ellos quedaron muy sorprendidos, pero no hicieron nada.” (Entrevista a Sofía Gatica, en Barruti, 2013: 110).
Para el año 2006, el gobierno provincial realizó una muestra de sangre en treinta niños. Los resultados indicaron que la totalidad tenía pesticidas en sangre. En 2008, y como resultado de la presión y reclamos de la comunidad organizada, se dictaron ordenanzas municipales que establecieron la emergencia sanitaria y ambiental y prohibieron fumigaciones alrededor del barrio (Ordenanzas N° 10505, 10589, 10590), derivando finalmente en la prohibición de las fumigaciones en todo el ejido de la ciudad[14]. Sin embargo, las fumigaciones terrestres y aéreas siguieron siendo una fuente de agresión tóxica para la población.

Imagen 2: Mapeo del Barrio Ituzaingó Anexo.

Fuente: Página web de REDUAS. 2012.

Transcurridos cuatro años, finalmente, en 2012 la Cámara del Crimen Nº 1 de la Provincia de Córdoba, lleva a cabo el juicio a dos productores sojeros y a un aviador fumigador por violar la Ley de Residuos Peligrosos 24.051, las ordenanzas municipales y la Ley Provincial de agroquímicos Nº 9164, condenándolos a realizar trabajo comunitario.
Si bien la condena resultó ser leve en comparación a los daños ocasionados en la salud de los habitantes del barrio, el caso sentó un importante precedente en la lucha contra las fumigaciones y por el derecho a la salud y la vida. Al mismo tiempo, sirvió para nuclear diferentes poblaciones afectadas y organizar acciones contra el modelo extractivista.
Sucedió, entonces, que el mismo día en que se dictó el fallo que confirmó las denuncias de las “Madres de Ituzaingó”, la Presidenta Cristina Fernández anunció desde E.E.U.U. por cadena nacional, la instalación de la planta Monsanto en Malvinas Argentinas (Periódico MU Nº 71). Ese mismo día, un grupo de madres, hijos, vecinos, jóvenes y militantes autoconvocados constituyeron la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida. La intención era informar a la comunidad y movilizarse para conseguir que se realice una consulta popular que decidiera el futuro de la planta en la localidad. Cabe destacar que entre el Barrio Ituzaingó Anexo y la localidad de Malvinas Argentinas hay una distancia de sólo 10 kilómetros, sin transporte directo que conecte los puntos. Fue la presencia de un enemigo en común lo que unió las luchas, conformándose la acción colectiva ‘FueraMonsanto’.

Imagen 3: ubicación geográfica de Malvinas Argentinas y el Barrio Ituzaingó, Provincia de Córdoba, Argentina.

Fuente: Confección propia, mapa recortado del MapQuest en Observatorio Nacional de la Degradación de Tierras y Desertificación. 2014[15].

La noche anterior al 18 de septiembre de 2013, y con motivo del festival Primavera sin Monsanto, dio comienzo el acampe y bloqueo ideado por Sofía Gatica y el doctor Andrés Carrasco[16], para evitar que el predio fuera acordonado por la policía. De este modo, inició el acampe que bloquea las dos entradas al predio. El objetivo concreto es paralizar la construcción de la planta impidiendo el ingreso de materiales: “Como nadie garantizaba que Monsanto cumpliera la ley (se refiere a un fallo que ordenó la paralización de las obras hasta no se presentara un informe de Impacto Ambiental), lo hicimos nosotros con el acampe”; “Somos ciudadanos que luchan por sus derechos porque el Estado no nos protege. Estamos desamparados. Y si no lo hacen ellos, lo tendremos que hacer nosotros. Y así seguiremos.” (Asambleístas, entrevistas realizadas por Periódico MU Nº 79, p. 6 y 7).  Asimismo, el acampe funciona como una forma de protesta contra Monsanto y el modelo productivo: “Estamos en contra de la empresa Monsanto. Estamos en contra del modelo productivo que se ha instalado en Argentina. Y estamos a favor de la salud y de la vida. Nosotros no negociamos la salud” (Sofía Gatica, entrevista televisada por Bichos de campo entre Sofía Gatica y Adrián Vilaplana, gerente de Monsanto, publicada en Periódico MU Nº 71, p. 8).
Una estrategia para mantener la acción en el predio, ha sido la solicitud por parte de los acampantes de la colaboración de los vecinos para la repartición de alimentos, bebidas, carpas y personas que quieran participar del bloqueo. Por otro lado, el acampe viene resistiendo varios intentos de desalojo. Uno de ellos ha sido el de la patota de la UOCRA.  Las “Madres de Ituzaingó” presentes, se acostaron en fila en la ruta para impedir el avance de los camiones, luego, se sumaron los vecinos de Malvinas Argentinas en respaldo del bloqueo. La unión logró el retiro de los oficiales y camioneros quienes, que sin el respaldo de un amparo legal, no supieron más que hacer. Al día siguiente, representantes de la UOCRA descendieron de dos colectivos. Estaban armados con palos, bombas caseras y armas, y comenzaron a atacar los puntos de bloqueo. Hubo veinte heridos. En la zona cercana al acampe, los vecinos iniciaron un corte de la Ruta A-188. Luego llegaron carros de infantería. En el marco de una tensa situación, se colocaron de espalda a los atacantes y en defensiva contra los acampantes a los que luego abrieron fuego. “Los trajeron a las siete de la mañana en un colectivo. Entraron a las carpas, al lugar donde estaban los chicos, los golpearon, los apedrearon, destrozaron las cosas” (Ester Quispe, integrante de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida). A pesar de la represión, en una entrevista a Vanina Vaca (también miembro de la Asamblea), ella remarcó que: “El acampe se mantiene. No nos vamos. En estos días se han retirado más empresas contratistas, la construcción de la obra civil está totalmente detenida”[17].
El 8 de enero de 2014, como resultado de las denuncias realizadas por el Dr. Raúl Montenegro y el abogado Federico Macciocchi, la sala Segunda de la Cámara en lo Laboral ordenó la prohibición de continuar las obras de Monsanto. Se cita a continuación el fallo:
 “Ordenar a la Municipalidad de Malvinas Argentinas se abstengan de autorizar a la firma Monsanto Argentina SAIC, toda implementación, obra, ejecución o acción, hasta tanto no se cumplimente con la realización del correspondiente Estudio de Impacto Ambiental y la celebración de una audiencia pública, que establecen la Ley General del Ambiente N° 25.675, la ley provincial 7343 y el decreto 2131/0. Asimismo ordenar que se suspendan las obras que se llevan a cabo con los permisos otorgados por los instrumentos normativos tachados de arbitrarios e inconstitucionales a través de la presente resolución”[18].

Para el 10 de febrero, el gobierno provincial anunció que no se ha aprobado el estudio de impacto ambiental presentado por la empresa, en tanto, resultó ser insuficiente y de baja calidad técnica. Hasta el momento, Monsanto no ha presentado un segundo estudio de impacto ambiental, cuestión exigida por la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida. Al mismo tiempo, se comenzó a cuestionar la legalidad de la instalación de la planta, ya que según la Ordenanza Municipal 714 que adhiere a la Ley Provincial 9841, no coincide su ubicación con el mapa de ordenamiento territorial que regula el uso del suelo en la región Metropolitana de Córdoba. La zona donde Monsanto proyecta la planta, figura como área de producción agropecuaria no contaminante y/o área recreativa. Por lo tanto, lo que se debate actualmente es que la permanencia de la empresa está siendo de forma ilegal, y nunca tendría que haberse instalado en el predio por estar violando la regulación vigente de usos de suelo.
Como se ha mencionado previamente, el pueblo de Malvinas Argentinas ha ido deslegitimando la presencia de Monsanto en el territorio. El último sondeo realizado a 358 vecinos por el CONICET, publicado en agosto de 2014 bajo el título “Estudio de opinión pública y comportamiento ciudadano en Malvinas Argentinas”[19], arrojó, entre otras cifras, que el 73,35 % está de acuerdo con las acciones de los vecinos en oposición a Monsanto, el 90,63 % está de acuerdo con la realización de una consulta popular o referéndum sobre la instalación de Monsanto, y el 57.02 % votaría por el ‘No a la planta de Monsanto’ en contra de un 21,73 % que votaría por el ‘Sí’. Las acciones para resistir la construcción de la planta y el rechazo al modelo extractivista continúan hasta el día de hoy: bloqueo con acampes en el predio, marchas en la ciudad de Córdoba y en Malvinas Argentinas, y festivales ‘FueraMonsanto’ coordinados y convocados a través de Internet y realizados en distintos puntos del país.

PROBLEMATIZACIÓN
Según el análisis realizado en los apartados anteriores, surge el siguiente interrogante: ¿las acciones de resistencia al agronegocio protagonizadas por el pueblo de Malvinas Argentinas construyen prácticas autonómicas?
Se puede pensar que en el contexto de este proceso de resistencia, los actores habilitan espacios de autonomía en el momento que tensionan el fundamento de la heteronomía instituida del modelo económico, político, histórico y social que sostiene al proyecto de Monsanto en la localidad analizada. En este sentido, es factible preguntarse: si los espacios de autonomía podrían surgir a partir del cuestionamiento al discurso presentado por la empresa y los actores del Estado. Si las construcciones y motivaciones significativas son causa para que nazcan prácticas hacia el proyecto autonómico de la sociedad. O también, si la deslegitimación de Monsanto por el pueblo de Malvinas Argentinas ha sido resultado de un proceso autoreflexivo sobre las consecuencias del desenvolvimiento de la planta y las implicaciones del accionar de la transnacional a nivel local, y mundial también.
A su vez, considerando las estrategias para resistir el avance de la planta (bloqueo, acampe, unión ante los abruptos intentos de desalojo, asambleas, marchas, festivales convocados), sería importante detectar si han resultado ser espacios de acción colectiva idóneos para instituir prácticas autonómicas entre vecinos y organizaciones. Y si la puesta en duda de esta heteronomía ha contribuido a germinar la construcción de la identidad colectiva ‘FueraMonsanto’ como un contrapoder con potencialidad de transformar la formación social instituida y las significaciones imaginarias en el que ésta se fundamenta.
Otro aspecto es dar cuenta de las características que asume la reterritorialización en este caso, para identificar reconstrucciones identidades y lazos sociales perdurables en el tiempo que gesten acciones autónomas y formas alternativas de pensar, producir y habitar más cercanas a los intereses colectivos.
Respecto al proceso legal que hasta el momento viene paralizando las obras de Monsanto, cabe indagar sobre un posible uso reflexivo de las normas fundadas por la sociedad instituida. Es decir, como una experiencia individual y social deliberativa que ha dado vuelta las propiedades heterónomas de la sociedad, para ponerlas al servicio de la resistencia a la planta de Monsanto.
Una última cuestión relacionada con los interrogantes postulados, es si a partir de las formas alternativas de producir alimentos, de promover la construcción deliberativa de las normas, y de reactivar prácticas políticas como las asambleas y la organización horizontal entre pares, la experiencia del pueblo de Malvinas Argentinas está creando un nuevo sujeto de autonomía capaz de movilizar el imaginario radical y producir la ruptura con la heteronomía instituida.

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[1] En Argentina a partir del Decreto de Desregulación en 1991 llevado a cabo durante la presidencia de Carlos Menem. Se trató un paquete de medidas tendientes a la liberalización plana de la economía. La norma disuelve una serie de entidades encargadas de regular las relaciones y actividades, entre ellas, agropecuarias. En el mismo decreto se establecen  medidas  que fortalecen  la desregulación del comercio interno de bienes y servicios, del comercio exterior, de regímenes de gravámenes de las exportaciones, del sistema de trasporte, etc. A partir de entonces, el sector agropecuarios argentino se transformó en uno de los más desregulados y abiertos del mundo, sujeto mucho más que antes a los vaivenes de la economía internacional (Giarracca y Teubal, 2008).
[2] Un ejemplo sobre el fenómeno de cercamientos en torno al uso e intercambio de semillas y el conocimiento, puede analizarse a través del artículo de Tamara Perelmuter  “El rol de la propiedad intelectual en los actuales procesos de cercamientos. El caso de las semillas en la Argentina” en Giarracca, N. y Teubal, M (coord.) Actividades extractivas en expansión. ¿Reprimarización en la economía argentina? Buenos Aires, Antropofagia. Año 2013.
[3] Entendido como materias primas transformadas en mercancías. Esto implica que su dinámica de producción esté expuesta a los vaivenes del mercado bursátil y a los intereses y crisis sistémicas del capital financiero internacional.
[4] “La soja en nuestro país creció en forma espectacular. La producción pasó de 3,7 millones de toneladas en 1980, a 11 millones en 1996/1997 y a 47,5 millones en 2006/2007. La cosecha de 2012/2013 es estimada en 50 millones de toneladas. Así la soja pasó de representar 10,6% de la producción granaria total en 1980/81 a más de 50% en 2011/2012.” (Giarracca y Teubal, 2013: 12).
[5] Detalles en el mapeo realizado por IconoClasistas “El corazón del agronegocio sojero (Argentina/2010)”. Disponible en: http://www.iconoclasistas.net/post/el-corazon-del-agronegocio/ Última fecha de consulta 22/11/2014.
[6](…) a partir del ingreso de la soja en los años ’60 y su posterior expansión masiva en los ’80, se dio un proceso de disminución de la ganadería, que terminó siendo desplazada por este cultivo y dejó de lado la tradicional rotación de los suelos agricultura-ganadería para pasar al doble cultivo trigo-soja” (Perelmuter, 2013: 104).
[7] Para un análisis detallado sobre la implementación de los feedlots en la producción de carne vacuna, véase Barruti (2013) “Parte 3: Un país descarnado” en MalComidos, Ed. Planeta.
[8] Como fuente de creación y de alteración de la sociedad y la historia, como lo social-histórico. Relación entre el imaginario instituido de la sociedad, y el imaginario instituyente como la potencialidad del cambio (Castoriadis, 2008).
[9] Extraído de: http://www.monsanto.com/global/ar/quienes-somos/pages/default.aspx Última fecha de consulta 11/12/2014.
[10] Herbicida al que la soja RR es resistente. Esta semilla al igual que el glifosato Roundup son productos de la compañía Monsanto.
[11] Disponible en el canal Youtube de Rural Televisión: https://www.youtube.com/watch?v=2MkfypcW1Ws ; también en: http://www.lavoz.com.ar/noticias/negocios/soja-monsanto-presento-intacta-rr2-junto-ministro-nacional Última fecha de consulta 12/12/2014.
[14] Información extraída de: http://www.reduas.fcm.unc.edu.ar/el-juicio-de-barrio-ituzaingo-en-cordoba-argentina/ Última fecha de consulta 12/12/2014.
[15] Disponible en: http://www.desertificacion.gob.ar/mapas/visualizador-de-mapa/ Última fecha de consulta 11/12/2014.
[16] Científico argentino fallecido en mayo de 2014 debido a los efectos del glifosato. Sus investigaciones se centraban en el impacto de agroquímicos en los embriones y en la salud de los pueblos fumigados. Más detalles en: http://ecoscordoba.com.ar/andres-carrasco-cientifico-y-militante-gracias/ Última fecha de consulta 12/12/2014.
[17] Extraído de: http://ecoscordoba.com.ar/un-momento-de-resistencia/ Última fecha de consulta 12/12/2014.
[18] Extraído de: http://ecoscordoba.com.ar/un-momento-de-resistencia/ Última fecha de consulta 12/12/2014.
[19] Informe final disponible en: http://issuu.com/ecoscordoba/docs/cordoba__argentina__-_monsanto_--_p/3?e=7448451/9234531 Última fecha de consulta 12/12/2014.


A. M.