sábado, 8 de marzo de 2014

8 de marzo: ¡Por ellas!



El 8 de marzo de cada año se les dice a las mujeres “Feliz día”, “qué tengas un feliz día”, por las calles se les regalan ramos de flores, plantas, se alimenta la regalería y las sonrisas. También se recuerda que las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres. Pero la fecha transcurre y las ideas se olvidan hasta el próximo 8 de marzo que llega, y nuevos o reciclados métodos de consumo se difunden y otra vez algunos recuerdan el tema de los derechos…
La realidad es distinta, porque, por ejemplo, decir: “Toda mujer merece una flor. Poné plantas y flores en tu vida!” (Frase en el papel celofan que envuelve las macetitas que repartió floricultura), suena más a un slogan de un producto de limpieza y desodorante, y propagandístico, que al Día Internacional de la Mujer, y agrego, Trabajadora; sí, porque fue la mujer de la clase trabajadora, fue la obrera la que empezó con la conmemoración y el recuerdo de esta fecha.
Luchando al igual que los obreros de la época contra el Capitalismo y sus formas económicas, políticas y culturales es como se gestó el Día de la Mujer.
Pienso que una mujer libre no depende de mostrar o no más cuerpo, o seguir o no la moda, o tener lo que otros tienen, o casarse con un multimillorario para tener una “buena vida”, o pensar que la mujer es más que el hombre, que él depende de ella; ambos somos  iguales, complementarios y con las mismas capacidades. Por esto, debe haber una educación que la emancipe del rol implícito del hogar, de los hijos, del marido, de ser el objeto sexual, de ser la pecadora a priori. Por la concientización que todavía no hubo, por una verdadera liberación de la mujer, que le haga abrir los ojos y la mente, es que quiero dedicar este ensayo al Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Además incluyo una breve reseña sobre la fecha.

Breve Reseña
 La idea de un día internacional de la mujer surgió al final del siglo XIX, en plena revolución industrial y durante el auge del movimiento obrero. La celebración recoge una lucha ya emprendida en la antigua Grecia por Lisístrata, quien empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra, y que se vio reflejada en la Revolución Francesa: las mujeres parisienses, que pedían “libertad, igualdad y fraternidad”, marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino, pero no fue sino hasta los primeros años del siglo XX cuando se comenzó a proclamar, desde diferentes organizaciones internacionales de izquierda, la celebración de una jornada de lucha específica para la mujer y sus derechos.
 Cronología de los hechos:
 Año 1910 –> La Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, reunida en Copenhague, proclamó el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, a propuesta de la dirigente comunista alemana Clara Zetkin, como una jornada de lucha por los derechos de las mujeres. La propuesta fue aprobada unánimemente por la conferencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, entre ellas las tres primeras mujeres elegidas para el parlamento finés.
Año 1911–> Como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague el año anterior, el Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez el 19 de marzo en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de un millón de personas, que exigieron para las mujeres el derecho de voto y el de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral. Menos de una semana después, el 25 de marzo, más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes, murieron en el trágico incendio de la fábrica Triangle en la ciudad de Nueva York. Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos, y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones laborales que condujeron al desastre.
Años 1913 y 1914 –> En el marco de los movimientos pacifistas que surgieron en vísperas de la 1ra. Guerra Mundial, las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de 1913. En el resto de Europa, las mujeres celebraron mítines en torno al 8 de marzo del año siguiente para protestar por la guerra o para solidarizarse con las demás mujeres.
Año 1917 –> Como reacción ante los 2 millones de soldados rusos muertos en la 1ra. Guerra Mundial, las mujeres rusas escogieron de nuevo el último domingo de febrero para declararse en huelga en demanda de “Pan y Paz“. Los dirigentes políticos criticaron la oportunidad de la huelga, pero las mujeres la hicieron de todos modos. El resto es historia…: cuatro días después el Zar se vio obligado a abdicar, y el gobierno provisional concedió a las mujeres el derecho de voto. Ese histórico domingo fue el 23 de febrero, según el Calendario Juliano utilizado entonces en Rusia, o el 8 de marzo, según el Calendario Gregoriano utilizado en otros países.
Otras hipótesis:
 La historia más extendida sobre la conmemoración del 8 de marzo hace referencia a los hechos que sucedieron en esa fecha del año 1908, cuando murieron calcinadas 146 mujeres trabajadoras de la fábrica textil Cotton de Nueva York en un incendio provocado por las bombas incendiarías que les lanzaron ante la negativa de abandonar el encierro en el que protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo que padecían.
También se reconoce como antecedente a las manifestaciones protagonizadas por obreras textiles el 8 de marzo de 1957, también en Nueva York.
En el estudio realizado por Isabel Álvarez González y publicado bajo el título Los orígenes y la celebración del Día Internacional de la Mujer, 1910-1945 (KRK-Ediciones, Oviedo, 1999), el incendio que se vincula con la celebración de esta fecha no fue el 8 de marzo sino el 25 de marzo de 1911, pocos días antes de la celebración del primer Día Internacional de la Mujer, en la empresa Triangle Shirtwaist.
La manifestación a la que muchas veces se hace referencia, no habría ocurrido el 8 de marzo de 1908 ni de 1857, como muchas fuentes señalan, sino el 27 de septiembre de 1909; a partir de noviembre de 1908, según otras fuentes, en el marco de una huelga de más de trece semanas de duración que las empleadas y empleados del sector textil realizaron en el East Side de Nueva York. Participaron más de 20.000 obreros, en su inmensa mayoría mujeres. Durante esas 13 semanas padecieron hambre, ataque de esquiroles (rompehuelgas), detenciones (más de 600), despidos… pero consiguieron las peticiones reclamadas. El 8 de marzo de 1909 se convocó una manifestación exigiendo, de nuevo mejoras de condiciones para las mujeres emigradas y la abolición de la explotación infantil así como el derecho al voto de las mujeres.
Las historiadoras Liliane Kandel y François Picq afirman que el mito que sitúa la manifestación en el año 1857 fue creado en 1955 para eliminar el carácter comunista que más tarde adquiriría el Día Internacional de la Mujer.
Como reconoce la historiadora Mari Jo Buhle en su obra Women and American Socialism 1870-1920 (Las mujeres y el socialismo norteamericano 1870-1920), el incendio de la Triangle Shirtwaist Company fue de una gran transcendencia en la historia social de los Estados Unidos y del movimiento obrero y feminista, al dar muerte a las obreras que en 1910, el año anterior al mismo, habían protagonizado la primera huelga llevada a cabo exclusivamente por mujeres en demanda de mejoras en su situación laboral.


Entonces, el Día Internacional de la Mujer no es sólo 8 de marzo – Día de la Mujer, es el resultado histórico de las luchas llevadas a cabo por miles de mujeres sometidas a la explotación y la discriminación. Es el producto de la puesta en práctica de huelgas obreras contra el Capitalismo y la Opresión.
Si hoy en día nuestras mentes registran el 8 de marzo como un día particular, es a costa de sangre derramada, de la sangre de obreras que exigían un cambio social.

A. M.